Cuervo emblanquecido

No me leas cierra tus ojos para q pueda desnudar mi alma con tu tacto

Deja q mi ego se desplace, se suicide como sol en la noche, deja q mis labios bauticen la sequia de tus poros

Deja q tus mares ahoguen mis dudas... Ven desnuda tu alma, q tu cuerpo lo conozco

No te veo, cierro mis ojo, trato de lamer con mis pupilas la incerteza en tus escombros

Ven, acercate, quiero ver tu lejania, quiero encontrarte, sembrarme en tus adentros, hechar raiz afuera y crecer en tu cimiento

Quiero arrastrarte con mis besos al laberinto de mis sueños a lo frio de tu cuarto, al rincon de mis secretos donde el alma yace fria con infierno entre mis huesos

Ven quiero saciarme de ti, y en un beso como cuervo emblanquecido comer de tu sexo, alimentarme de ti, con placer sin temor y sin recelos, exiliar todo quejido y danzar en la muere de tu ego ennegrecido

No, no corras el sol ya se ha marchado y hay heridas descubiertas donde el miedo ha gobernado
y va vistiendo de matices el destino anhelado de una triste mirada q se yela en el pasado.

Si no lo nigues, viene el tiempo donde el gris ya huele a viejo y los cánticos del sexo se han quedado en el letargo por temor al descontento.

Detente, ya no corras, de esa sombra a la q huyes, redarguye, por qué nunca te ha dejado?
No se cansa, corre siempre hasta tu lado, no es mi vista, no es mi mano, es la culpa q no deja de asombrar pues ni ella ni la muerte en soledad quieren estar.